La constante del desacato a la autoridad: "La tragedia en la discoteca Thomas Restobar"


Es de conocimiento general que el término tragedia, por definición, alude a un evento o suceso que, por el azar o la “fatalidad del destino”, concluye de forma funesta. Sin embargo, creo que es necesario reflexionar hasta qué punto se puede considerar casos como la denominada “tragedia de la discoteca Thomas Restobarcomo tal.

La constante del desacato a la autoridad: "La tragedia en la discoteca Thomas Restobar"
                                                                      Fuente: BBC Mundo

El incidente ocurrido hace dos semanas en la discoteca Thomas Restobar ubicada en Los Olivos fue, sin duda alguna, lamentable especialmente porque durante este acontecimiento llegaron a su fin las vidas de 13 personas mientras que otras 6 resultaron heridas. Este hecho reavivó en la mente de muchos peruanos el recuerdo de un evento similar sucedido el 20 de Julio de 2002, donde 29 jóvenes murieron por un incendio que se originó en las instalaciones de la discoteca Utopía ubicada en el centro comercial Jockey Plaza.

Por supuesto, la gran diferencia entre uno y otro es el contexto. No es novedad que debido a la emergencia sanitaria en el país, se estableció la inmovilidad social obligatoria (la cual rige actualmente desde las 22:00 hasta las 04:00 h) además de la prohibición de eventos que impliquen la aglomeración de personas con la finalidad de reducir drásticamente la cantidad de contagios producto del SARS-COV-2. A pesar de estas medidas, los “responsables” de la discoteca Thomas Restobar organizaron un evento clandestino al cual asistieron aproximadamente 120 personas, desafiando las disposiciones anteriormente mencionadas.

La constante del desacato a la autoridad: "La tragedia en la discoteca Thomas Restobar"
                                                                                             Fuente: BBC Mundo

Desde luego, las reacciones tanto por parte de autoridades así como ciudadanos no se hicieron esperar, señalando en primera instancia a los dueños del local como máximos responsables y solicitando, así mismo, la máxima sanción penal para estos. Así fue como este acontecimiento suscitó un intenso debate sobre las sanciones correspondientes desde la perspectiva jurídica. Sin embargo, un tema de debate importante que se ha tocado ampliamente (especialmente en redes sociales) es el referente al in cumplimiento de las leyes atribuido a la responsabilidad de aquellos que acudieron a aquel evento de fatal desenlace.

La constante del desacato a la autoridad: "La tragedia en la discoteca Thomas Restobar"
Vizcarra ante la tragedia de Thomas Restobar

En este sentido, es importante saber que este fenómeno social no es en lo absoluto reciente pues “La cultura del incumplimiento de reglas”, como la denomina Mauricio García Villegas, se remonta a los tiempos de las colonias españolas y portuguesas. Al respecto, Ignacio de Herrera, político y escritor del siglo XIX, afirmaba que la desobediencia al derecho era una costumbre general en Nueva Granada. Por otro lado, podemos encontrar referencias literarias a la cultura del incumplimiento, conocida como “cultura combi” en el Perú, en obras como
La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa o El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría. Otro característico ejemplo de este fenómeno podemos encontrarlo en expresiones del lenguaje popular tales como: “la ley es para sanos” o “hay que ser vivo para burlar ley”.

No profundizaré más en la esencia del fenómeno puesto que abarca una cantidad considerable de aspectos entre los cuáles se encuentra el social, el moral, el político, el económico, el jurídico entre otros. En cambio, simplemente pretendo relacionarlo con otra problemática vigente y preocupante en la actualidad de la sociedad peruana: la impunidad. Al respecto García Villegas (2009) explica brillantemente:

“Aquí no solo tenemos un problema de impunidad penal sino también de impunidad social. En primer lugar, porque la impunidad no solo es producto de tanto delito, sino que tanto delito es producto de la impunidad. Por lo mismo, tanto sinvergüenza en la calle es producto es producto de tan poca crítica ciudadana. En segundo lugar, porque no parece una casualidad que las sociedades donde abundan los incumplidores sociales sean también aquellas donde abundan los incumplidores de la ley penal”.

Esta premisa nos hace reflexionar sobre el valor de las normas sociales en las sociedades contemporáneas y en el carácter regulativo que podrían tomar con la finalidad de controlar o limitar aquellas conductas socialmente no aceptadas. Es decir, preguntarnos: ¿Qué es lo que hacemos cuando vemos a alguna persona infringir las normas o las leyes? En general, las personas suelen indignarse cuando son expuestos en los medios de comunicación o en las redes sociales este tipo de hechos pero ¿qué es lo que hacen como ciudadanos al respecto cuando los presencian?

La constante del desacato a la autoridad: "La tragedia en la discoteca Thomas Restobar"
                                                                                               Fuente: BBC Mundo

En definitiva, para este caso particular, es muy complicado debatir acerca de la responsabilidad social por el desacato de normas por parte de aquellos que asistieron a la discoteca Thomas Restobar, especialmente cuando el resultado de estas acciones conllevan a la pérdida de vidas. Sin embargo, en mi opinión, pocos o ningún cambio podremos observar mientras el observar, callar y criticar desde lejos sea la constante de nuestra sociedad.

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