Incredulidad. Esa fue mi primera
expresión al observar los resultados a boca de urna de las Elecciones
Presidenciales. Pedro Castillo, dirigente sindical de la SUTEP y candidato del
partido Perú Libre del condenado Vladimir Cerrón, lideraba con 16.1%. Esa incredulidad
cambió a miedo al conocer la reafirmación de Castillo en el primer lugar en los
primeros datos de la ONPE, y quien sería su rival en segunda vuelta: Keiko
Fujimori. A pesar del ascenso en las encuestas que tuvo este sujeto, debemos
plantearnos una pregunta esencial sobre este panorama: ¿Cómo es posible que
este candidato ultraizquierdista gané en esta primera vuelta a pesar de los
fracasos de países como Venezuela? En este breve artículo trataré de responder
esta pregunta, de los cuales considero los tres principales motivos que
empujaron a Pedro Castillo a un paso a ser el próximo presidente de nuestro
país.
Pedro Castillo perteneció al partido Perú Posible hasta el 2017 FUENTE: El Comercio |
El ascenso de la extrema derecha.
Uno de los principales
responsables del ascenso de la extrema izquierda a la siguiente etapa en busca
del sillón presidencial es, paradójicamente, la extrema derecha. Aunque las
ideologías extremas tienden aliarse (especialmente para tener el monopolio de
la fuerza al tener el control de las fuerzas armadas y policial), mayoritariamente
esto no sucede en nuestro país. El choque de ideologías genera una polarización
en donde cada bando trata de desprestigiar las ideal de su rival, muchas veces,
cayendo en fake news. Lastimosamente, esta rivalidad se agravó con el ascenso
de la extrema derecha, personificado en Rafael López Aliaga. Un sujeto que
radicalizó su mensaje de odio contra quienes lo cuestionaban o tenían un
pensamiento contrario a sus ideas. Apoyado con medios de comunicación como
Willax TV y el diario Expreso, su discurso de terruqueo contra las ideas
progresistas (como la designación del término MORADEV en una clara alusión al
Partido Morado con MOVADEV) generó el descenso de apoyo en las encuestas del
Partido Morado (El gran perdedor con solo 2%), Juntos Por El Perú y de Lezcano
y su “reformación de Acción Popular”. Al hacer esto, generó una reacción
ideológica hacia esta extrema derecha, siendo capitalizada por el mencionado
Castillo, quien ascendió un aproximado de 1% diario.
El ascenso de Rafael López Aliaga significó el endurecimiento del discurso conservador FUENTE: ANDINA |
La incompetencia de Juntos por el Perú como partido
Según datos oficiales de la ONPE,
Verónica Mendoza obtuvo menos del 10% de las actas procesadas, resultando
inferior al de las elecciones pasadas. A pesar que tuvo excelentes
presentaciones en los debates presidenciales de América Televisión y la ONPE y
quede bien parada de las críticas de Willax TV (cosa que no sucedió con Julio Guzmán),
no supo capitalizar ese voto izquierdista debido al principal motivo: La
limeñización de su partido. Verónica Mendoza creyó que las regiones del sur la apoyarían
como en el 2016; por tal motivo, centró su objetivo en ganar (o estar en los
primeros lugares) en la capital. ¿El resultado de ello? Pedro Castillo ganó en
16 regiones y Mendoza solo uno. Su plancha electoral también merece una crítica.
Es incomprensible que Sigrid Bazán sea
la candidata al congreso con mayor votación de su partido, alguien que tuvo
grandes comerciales con empresas multinacionales y realizó diversos viajes
lujosos alrededor del mundo (aunque tuvo que borrarlo en sus redes sociales
debido a las constantes críticas). Eso no quiere decir que alguien de mayores
recursos no pueda tener una ideología de izquierda, pero seria una mala
estrategia política que un partido izquierdista tenga como abanderada a alguien
que no pueda identificarse con las masas. Para terminar este punto, debo
realizar una crítica a la ambición de Verónica Mendoza, a quien considero una
persona ambiciosa por el poder. Aun me acuerdo su alianza fallida con Vladimir
Cerrón para las elecciones congresales,
conllevando a la sola unión con el Partido Humanista de Yehude Simon.
Verónica Mendoza cometió grandes errores que le costaron su participación en la segunda vuelta electoral. FUENTE Semana Económica |
La centralización de la política peruana
Estamos ad portas de nuestro
Bicentenario, pero hay personas que creen que la política peruana solo se
resume a lo que sucede en Lima. Las encuestadoras no hacían un esfuerzo para
analizar la situación de los candidatos en provincias (Como siempre criticó Marcos
Sifuentes en su programa “La Encerrona”). Diversos trolls de múltiples partidos
políticos (especialmente de López Aliaga) consideraban que poner algún dislike a
cualquier candidato, persona o página que ataque a su candidato o realizar
memes exaltando a dicho candidato era suficiente para representar a todo el
Perú, cuando no se dignaron a observar que todos los candidatos tenían también su
participación en redes sociales a través de grupos cerrados, ya sea en la
capital o en provincias. Seguimos cayendo en el mismo error de nos ser empáticos con todas las regiones. Debe aparecer un
sujeto radical y extremista para darnos cuenta que estamos fallando como
nación. Debemos bajar de nuestro pedestal que los limeños somos el centro del país,
que tu entorno o tu mismo crea en la afirmación de una realidad, no significa
que sea totalizadora.
Para terminar este breve artículo
debo expresar mi total repudio que Martin Vizcarra sea el candidato al congreso
con mayor votación. Es alguien que tuvo un desastroso manejo de la pandemia
(compras masivas de pruebas rápidas, promoción del uso de la ivermectina
en los hospitales públicos, etc) y se burló de todos los peruanos al vacunarse
primero con su circulo mas cercano. ¿Hasta cuando permitiremos que esto siga
sucediendo en nuestra política?
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