Los primeros versos de dos jóvenes adolescentes

 

I

 

La decepción es mi constante y la impotencia abundante,

al yo darme cuenta que de la vida no son esencia

los repetitivos días de juegos y llamadas de atención.

Parece que hay algo, mi consciencia está indicando

que es más importante de las demás personas su opinión.

Sumamente involuntario, no sé yo que está pasando

pero esto va más allá de la obsesión.

 

Entre todos hay un alguien, que logra resaltar

por su belleza incomparable y sin igual,

con ella quiero hablar y su mano sujetar

pero el miedo se presenta visceral.

Tu dulce mirada se posa sobre mi persona

temblorosa e insegura sin sentido ni cordura,

solo existe algo que la puede contentar

un beso inesperado, pero qué tonto condenado

quizá algún día te pueda conquistar.

 

Una amistad insistente y el aliento consistente

son la fórmula de una carta inofensiva,

llegará a tus manos de repente

y el corazón dice: “¡Será mía!”

No puedo creer que esto haya funcionado,

en verdad, soy el más afortunado.

Desde que te vi supe que quería estar a tu lado,

puesto que de ti me había enamorado.

II

 

Siete letras,

Una palabra

Un nombre

Una hermosa chica

Una maravillosa persona.

Quiero decirte que me gustas,

Que me encanta tu forma de ser,

Y aunque un tonto podría parecer,

El único en tu vida quiero ser.

Me encanta tu sonrisa sin igual,

En ese rostro tuyo tan angelical,

Y mi mente, despejada,

Solo se pierde, en tu dulce mirada.

El mejor café, de lejos,

Es el de tus ojos,

Los más hermosos reflejos,

Le pertenecen a tu bello rostro.

Tu mirada me roba el pensamiento

Y tus palabras,

 hasta el aliento.

Una mirada perdida

Que no encuentra otra salida

Que expresar lo que siente

En una poesía.


Los primeros versos de dos jóvenes adolescentes
Fuente: Una antigua imagen que encontré en mi celular.

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