Desperato

 

Habiéndose caído los velos de la gloria quedo en


tiempos de crueldad la ternura que florece, como algo


bello y de fragilidad delicada crece en caos de la


muerte y el orden que santificado en los ojos de


pétreos dioses, caen el mar de del indeterminado


desorden, tan primigenio, tan cálido y tan frio, tan


solitario y tan colmado de presencias, venerado caos


de los ancestros celestiales en lo que nada es y todo


existe a la vez


Pálidas luces de cielos quemados, llorosos ojos de


sueños condenados, que al olvido han de caer así


como caen los blancos cráneos de los reyes


prometidos y los mesías olvidados, ¿a qué mares han


de ser echados los vientos del cambio augurado?


Si falso fue su designo y falso fue su destino


Errantes entre olas de sangre que en la mañana


llueven sobre el pecho


Y hasta respirar se lleva el aliento


En este desorden sin tiempo


En esta danza perpetua que suena a perfección y se


baila en los defectos


En esta caminante figura etérea en carne atrapada


En esta canción hueca al olvido condenada


En esta belleza buscada en lo efímero de la vida de


los huesos y la sangre y aun en la piel que recubre


los cuerpos.


Me levanto en la mañana eterna y me elevo sobre los


inexistentes vientos para ver la maraña de cuerpos


que se arrastran caóticos en la perfecta armonía de


una divina melodía de quien con ellos juega y aun


los rojos hilos del destino no llegan a los cielos


prometidos, a dorados salones de perpetuas


deidades, así es la vida la más grande realidad y la


más gigante ilusión y así ha de ser el hombre el más


grande Dios y la más imperfecta creación


Desperato
DIBUJO REALIZADO POR: Darío Leguía


Este poema fue realizado por el sociólogo Johnny Josep Yllescas Benites

Johnny Josep Yllescas Benites




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