Carta a Beatriz

 Debería sacar una foto de aquella tienda de pizzas y café

Ubicada en una de las esquinas de la plaza mayor

Frente a la casa del presidente y de tantos otros mendigos
Debería llevarme aquella banca de mármol blanco
Ubicada en uno de los lados de la plaza
Guardarla en mi bitácora haciendo trazos simples
Que me permitan su ligero traslado
Ambos lugares son un párrafo en nuestra historia.
Donde reposan intactas nuestras primeras citas
Y que aún perduran sin oxidarse
Indiferentes a la rutina y al estrés de la vida adulta
Las que no logran atrofiar por más insistencia
El florecimiento constante
De ser dos eternos compañeros
El pedazo de pizza más el café nos costaba s/.3.50
Sentarme en aquella banca de mármol blanco a tu lado
No tenia valor monetario alguno
Podría decir que fueron tus ojos, tus labios, el brillo que irradiaba tu cabello lacio
O tus manos blandas las que me encantaron....
Podría decir que fueron los relatos de tu vida,
aquellos pasajes que te esmerabas en contarme porque te parecían los más felices y honrosos.
Los que más tarde conocería en fotos
O fue quizas, tu manera de ver las cosas y tus anelos
Podría decir que cada una de esas cualidades y virtudes tuyas lograron que esté indigente corazón
Tenga un refugio, una grieta lejos del acedio ….
Ya era habitual salir de la biblioteca publica de Abancay
Para vernos en aquella tienda de pizzas
Y terminar sentados en la plaza mayor
Rodeados de palomas suspendidas por las cámaras de los turistas
…….Y era el año 2016
Cursábamos el tercer ciclo universitario
y nuestro activismo estudiantil estaba esmerado
en que tú y yo nos conociéramos
Y no en saber si la huelga universitaria se resolvería pronto
Y la toma de la facultad en aquel entonces
Solo era una coyuntura
Que nos permitía pasar más tiempo juntos en aquella plaza
………Después llegaron los viajes
Y más viajes
Marcahuasi, Kuelap, Chachapoyas, Poma cochas, Jaén, Pimentel, Paracas
kilometros y kilometros en los extramuros de la ciudad
y no sé qué tantas otras ciudades por donde gastamos las zuelas de nuestros zapatos
después vinieron días soleados con aroma a fruta fresca
días nublados con lluvia incluida, días de fango y olor a tierra mojada
sin embargo, supimos remar aun en esos momentos en los que el temporal
parecía una lluvia acida que nos lavaba el alma, llevándose nuestro romanticismo occidentalizado
pero siempre fuimos un gran equipo...

poema dedicado a Leslie Beatriz Galarza P.
nuestros dias dentro de la escuela de sociologia y las tantas mañanas y tardes recorriendo las calles y blibliotecas de lima.

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Carta a Beatriz






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