Manuel Merino de Lama: El sueño de un golpista que se autodenomina demócrata

 

Manuel Merino de Lama es el personaje del momento, obviamente de una manera negativa. Su nombre es utilizado en los hashtags de manera muy creativa (#manuelmeorino) en las diferentes redes sociales, recordándole también su incapacidad para ejercer su mandato presidencial. Las masas lo califican de golpista, usurpador y traidor. No puedo estar más de acuerdo con estos términos, pero también considero a Merino un soñador. Desde la primera vez que juró como congresista en 2001 aspiró al premio mayor de todo político: La Presidencia de la República. Quería pertenecer a esos personajes que, para bien o mal, gobernaron nuestro país en un momento determinado. Fue congresista en tres oportunidades por los partidos Perú Posible y Acción Popular, su verdadero amor. Se identifica tanto por este partido, que se compara con grandes insignias como Fernando Belaúnde Terry o Valentín Paniagua. Se autodenomina demócrata, que venció al gobierno corrupto y dictatorial de Martín Vizcarra. Consideró que gran parte de los peruanos le apoyaría y, de existir movilizaciones sociales, solo sería una minoría azuzada por la ideología marxista, vigente en nuestro país.


Lastimosamente, el sueño se acaba cuando el soñador despierta. Eso sucedió con Manuel Merino de Lama. Despertó con el repudio de toda una población enardecida ante la clase política. No fueron los rojetes que creía, sino multitudinarias protestas espontáneas, descentralizadas y sin liderazgos. Diversos politólogos y constitucionalistas (Fernando Tuesta, Carlos Meléndez, Alberto Vergara, etc) consideran que será de gran magnitud como la Marcha de los Cuatro Suyos, solo que esta vez no estará capitalizado por ningún político. Para evitar el estruendo sonoro de una población enardecida, cambió el horario de juramento como presidente y del gabinete ministerial. Este último, que en discurso presidencial estableció su conformación “con las personas más calificadas sin distinción de colores político”, solo seleccionó a ministros conservadores y con varias denuncias por corrupción por el simple hecho de improvisar ante las contantes negativas de diversos profesionales de cada rubro. La coalición de congresistas que le ayudaron a acceder al poder, ahora le dan la espalda con amenazas de una negativa al gabinete ministerial. Tuvo que pedir licencia a la militancia de su verdadero amor debido a las constantes críticas de una cúpula del partido (Mesías Guevara, Yohny Lezcano, etc). Periodistas del canal estatal siguen renunciando debido a las presiones de censura para no mostrar el descontento poblacional. La Organización de los Estados Americanos (OEA), al mando de su secretario general Luis Almagro, deslindó el reconocimiento oficial de este gobierno ilegítimo y llamó al Tribunal Constitucional a pronunciarse en el corto plazo. Organizaciones civiles, ONGs y medios de comunicación (nacional e internacional) denuncian la clara represión policial en el uso desmedido de bombas lacrimógenas y perdigones ante los protestantes.


Sin legalidad, ni legitimidad y desconectado de la realidad peruana. Este personaje es Manuel Merino, quien soñó con ser presidente y resultó ser una pesadilla.


Es la realidad señor Merino, el pueblo lo repudia.


Manuel Merino de Lama: El sueño de un golpista que se autodenomina demócrata
Dibujo realizado por Darío Leguía



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