Los estudios universitarios en el Perú están
dirigidos generalmente a crear capital humano capacitado para generar ingresos
en una sociedad de mercado; las universidades del sector privado y su
correspondiente curricula se enfrascan caprichosamente sobre esta dinámica. Sin
embargo, no quiero escribir ni perjudicar con este pequeño ensayo los objetivos
ni la idiosincracia del sector privado educativo, busco generar reflexión sobre
las dinámicas de aprendizaje y creación de un individuo no solo académico sino
politico en los espacios donde se enseña la educacion superior universitaria
del sector público. Además, intentaré relacionar estas dinámicas de formación
con las carácteristas actuales generadoras de democracia en el Perú, es decir,
intentaré proponer la importancia de la idea de “consenso” en la educación
superior universitaria. Para el presente ensayo se abordará las siguientes
cuestiones: ¿En que sentido la formación universitaria genera democracia? ¿Cuál
es la importancia de generar democracia desde la práctica universitaria? ¿Cómo
funciona la idea de “consenso” actual utilizado en la universidad pública y
cómo esta deriva en el pragmatismo político democrático? ¿Se debe empezar por
entender bien los conceptos para ponerlos en práctica?
I
Durante mi estadia en la universidad pública
estudiando sociología entendí que las dinámicas de poder en un salón eran
importantes para tomar decisiones relevantes para el alumnado y su paso por la
academia. Los temas podían ir desde elegir un delegado, elegir la camiseta para
las olimpiadas, elegir tutor, lugar de viaje, hasta problemáticas más complejas
como vetar a un profesor o profesora,
elegir temas de investigación que requerian buen tiempo de ejecución, elegir
autoridades o hasta decisiones a nivel de facultad o escuela profesional que
requerian la opinión del alumnado. Para empezar esta primera parte hablaré a
grandes rasgos sobre qué es la democrácia y por qué está tan presente en las
universidade publicas la idea de generarla. Generalmente se entiende por democracia
una serie de cosas, es un concepto bastante complejo no solo de entenderlo,
sino de practicarlo y aprender de ello. La democracia es un régimen, es decir, una
forma de ver las condiciones materiales de existencia y ponerlas en práctica,
además de también ser una serie de valores que se explayan en practicamente
todos los grupos de personas que se ruenen para tomar decisiones dentro del
presente régimen. La democrácia es la manera más optima en la actualidad para
tomar decisiones porque significa que todos están siendo escuchados, se tiene
en cuenta todas las posiciones frente a un proceso de toma de decisiones, es
decir, se hace presente el poder de la multitud, la autoridad de los que no
tienen voz. Aunque en realidad no parece ser, para nadie que haya leído sobre
ella, algo estable conceptualmente ni pragmáticamente; pero para mis compañeros
de la universidad sí tenía claridad. Mis compañeros de la universidad
consideraban que tomar decisiones democráticamente era escuchar a “todos”, era
tomar decisiones cuando todos se encuentren en el salón, se tenía que convocar
a todos los alumnos para tomar decisiones sobre cualquier aspecto que afectara
la imagen, la honorabilidad o la autoridad de todos. Sin embargo, ¿por qué
siempre ganaba la mayoría si la idea era generar diáologo para que se tomara
una decisión en conjunto? Quiero decir, que después de salir de la universidad
reflexioné sobre cuántas cosas se decidieron en mi salón de las cuales yo no
estaba de acuerdo, y había una cantidad de personas que tampoco estaba de
acuerdo o ni siquiera estaban enterados. La vida académica había transcurrido
de tal manera que siempre era la palabra de los mismos lo que se imponía para
decidir que devenía después; los mismos no eran los mejores estudiantes,
tampoco los más populares entre los profesores, eran los que siempre estaban
presente en la toma de decisiones. Llegué a la conclusión de que a eso que
llamaban consenso y democracia en mi salon era no la decisión de todos, sino
las decisiones de la cúpula que hacía ilusión de mayoría. Mi reflexión para
este primer capítulo es la siguiente: el sentido en que las universidades
públicas generan democracia está directamente relacionado a las formas de
construir democrácia en los poderes del estado, el más pequeño aprende del
mayor creyendo que lo que hace es correcto. El concepto y práctica de la
democrácia en los poderes del Estado esta pervertido por las maneras urañas y
conflictivas en las que este toma decisiones, finalmente las instituciones
públicas conseutudinariamente persiguen esta forma de función política e
institucional.
II
Para generar democrácia desde la academia es
necesario entender las formas que se deben perseguir para conseguirla, y no es
tán dificil entender que el alumnado tradicionalmente ha persguido las más
famosas maneras de relacionarse y tomar decisiones políticas. El gurú del
aprendizaje político ha sido tradicionalmente los grandes poderes del estado,
los congresistas y el ejecutivo constantemente presentes en los programas
noticieros nos enseñan a nosotros los estudiantes importantes formas de
sobreponerte sobre el enemigo y tomar decisiones con la palabra y el poder; sin
embargo, estas formas están lejos de los principios y de los valores democráticos.
En la antigua Roma las decisiones se tomaban en una asamblea en donde previo a
firmar algún acuerdo la conversación entre los participanetes duraba una serie
de horas o días, esta conversación se caracterizaba por el diáologo, el
convencimiento, la reflexión y el acuerdo; no podía haber acuerdo sin que todos
y cada uno haya opinado sobre el asunto y su opinión haya sido tomada en cuenta
en el discurso final. Lamentablemente, nuestras asambleas de toma de decisión
política están más lejos que estas asambleas transcurridas siglos atrás, y por
lo tanto, nuestra democrácia aún sigue gateando y diciendo sus primeras
palabras. Por eso es necesario generar cambios. La universidad pública es un
espacio importante no solo para generar intelectuales, sino grandes promesas
políticas, y no hablo de particulares, sino de formas de direccionar la
dinámica institucional y política por nuevos rumbos. Se debe considerar que es
la la universidad pública el espacio en donde se debe reflexionar sobre cómo el
alumnado genera sus propias dinámicas para tomar de decisiones; el alumnado
debe contemplar la inclusión de todos y no de algunos que indican presuncion de
mayoria. Generar democracia desde la universidad significa conversar, orientar
y aceptar las decisiones que en conjunto se han tomado para el beneficio de
todos y en todos los aspectos, indica generar una estructura mental en que se
tenga como principio fundamental la idea de que todos importan.
III
La vida en la universidad me enseñó la manera
de crear un proyecto de investigación, mejorar mi comprensión lectora, generar
conocimiento científico, entre otras cosas; me enseñó a ejercitar mi conciencia
intelectual. Sin embargo, la estadia en la universidad pública no solo me
enseñó a lo que pensé que iba cuando di mi examen de admisión, las tradiciones
políticas fue con lo primero que me choqué al entrar a ella. Izquierda o
derecha políticas, diferentes objetivos para cambiar formas materiales de
existencia, maneras diferentes de llegar a sus metas, pero mismas prácticas de
funcionamiento estructural. El consenso como idea y práctica está ampliamente
difundido en las dinámicas para tomar decisiones en grupos de alumnado. Organizados
políticamente o no, los alumnos utilizan el concepto de consenso con la idea de
llegar a acuerdos coordinada y justamente, intentan permitir la presencia de
todos, estén interesados o no en el tema que requieren, y una vez estén todos o
un gran número de personas que se acerque a lo que habían previsto recurren
directamente a la proposición de opiniones, que casualmente son las opiniones
de aquellos que presumen mayoria, para inmediatamente inducir una dinámica en
la que todos deben tomar posición sobre las dos o tres opciones que se
indicaron y sin que ninguno haya pronunciado una palabra sobre el asunto que
estaban requiriendo. De esta manera intento explicar cómo, sosteniendose sobre
la idea de consenso, es que se lleva a cabo el proceso de toma de decisiones en
un salón. El alumnado se obstina en decir y practicar la idea de consenso sobre
la solución “mayoría igual a general”, pero nada más equivocado que esa lógica.
En primer lugar, en un proceso de llegar a decisiones por consenso no es posible
el poder de la mayoría, y degenerar la idea de consenso en el juego de
posiciones para llegar siempre a las mismas condiciones materiales de
existencia porque no hay más de dos o tres perpectivas que se imponen es como
tirar siglos de tradición teórica democrática al agua. La universidad es un
espacio que genera plataformas de asociación entre individuos con diferentes
motivos que los mueven. La universidad no debe ser observada como una gran
máquina, sino como un aparato complejo y avanzado generador de estructuras
mentales orientadas a la política, a la economía, a las ciencias naturales, al
arte, entre otras cosas. El tema que
pretendemos aterrizar aquí es cómo la idea de consenso utilizado en las
universidades públicas deriva en el pragmatismo político actual, para esto se
debe reafirmar la importancia del alumnado como un actor importante en el
escenario político actual y futuro. Sin embargo, ¿cómo es posible innovar
prácticas políticas si las formas de acción en los grandes poderes del Estado
se refractan en los salones de las universidades públicas?
IV
Finalmente, para concluir este texto, quiero
hacer juicio a una frase que mis profesores siempre me recordaron y al que
nunca le di suficiente importancia: debes
entender bien los conceptos.
Quiero hablar en esta última parte desde las
emociones, dejar de lado la teoría para llegar a todos aquellos que siempre han
tenido dudas sobre la calidad universitaria que tienen. Los conceptos son
importantes y no se debe ser indiferente a su importancia, son creaciones que
han llevado bastante esfuerzo reflexivo y de pensamiento, son herramientas del
lenguaje y pensamiento que generan civilización y mal usadas pueden destrozar
lo poco que se ha avanzando a lo largo
de los siglos. Se vuelve el rumbo del cangreso, se camina para atrás y sin
dirección. Hay que entender y ser concientes que los conceptos para los
cientificos sociales así como las palabras para los poetas son tecnologías que
se deben no solo utilizar al pie de la letra sino reflexionar, ejercitar e
innovar.
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