Donald Trump y Martín Vizcarra |
¿Qué
tiene de común la serie “House of Cards” y la canción “Everybody wants to rule
the world” del grupo musical Tears for Fears? Ambos describen el deseo humano
de ejercer el poder sobre otros. Algunos acceden al poder mediante campañas y
estrategias rigurosas, mientras que otros realizan acciones corruptas. Muchos
políticos se esfuerzan en este tipo de estrategias que se olvidan que también
pueden acceder mediante la fortuna. Existe la posibilidad de ejercer al poder
político sin saberlo. Esto ha existido a lo largo de nuestra historia en
diversos jefes de estado (Un claro ejemplo en nuestro país fue José de la Mar).
En este artículo solo nos enfocaremos en 2 presidentes que accedieron al poder
de manera similar y continúan ejerciendo un mandato político: Donald Trump y
Martin Vizcarra. Por ello, este análisis estará enfocado en la filosofía
política de Nicolás Maquiavelo, representante de la política moderna y
considerado uno de los primeros personajes en darle importancia a la fortuna (y
otro termino que será explicado en las siguientes líneas) en el ejercicio del
poder político.
ENTRE LA AUDACIA Y LA ASTUCIA
“…un príncipe sabio debe apoyarse en lo que es suyo y no en
lo que es de otro; debe solamente ingeniárselas…para evitar el odio”
Maquiavelo
El
término política ha sido debatido por diferentes autores a lo largo de nuestra
historia. Desde la concepción innata establecida por Aristóteles hasta la
definición pluralista de Hannah Arendt (Arendt, 1995). La concepción moderna de
la política fue fundada por Nicolás Maquiavelo, desligando las interpretaciones
metafísica y religiosa que hicieron en sus momentos. Con su obra más famosa El
Príncipe, buscaba que los gobiernos tuvieran éxito en la toma de poder,
adaptándose a las circunstancias imprevistas (Hernando, 2000). Por tal motivo,
cualquier gobernante (príncipe, rey, presidente, etc) debe tener en cuenta los
términos virtù y fortuna. La palabra virtù, está enfocado a la capacidad del
gobernante para seguir teniendo acceso al poder y velar por el bienestar de sus
súbditos o ciudadanos, resaltando el liderazgo para gobernar con fortaleza,
astucia e ímpetu (Iturralde, 2015). La fortuna, por el otro lado, está
relacionado con el azar, acciones fortuitas que pueden ayudar o perjudicar al
gobernante. En muchos casos, estos dos términos son antagónicos. Por tal
motivo, el príncipe debe imponerse a esta adversidad a través de la virtud,
para manejar la situación y generar respeto en sus súbditos (botella, Cañeque,
Gonzalo, 2004). Este poder del gobernante, debe estar institucionalizado y
normalizado por el sistema de gobierno de cada país; por ende, debe ser legitimado
y aceptado por la ciudadanía. Esta legitimidad va relacionado con el grado de efectividad
e instrumentalización del sistema de gobierno (Murillo, 1963).
Nicolás Maquiavelo, considerado el padre de la Ciencia Política moderna FUENTE: Cultura Genial |
ADAPTARSE A LAS CIRCUNSTANCIAS
Analizando
los 2 términos establecidos por Maquiavelo, los presidentes Donald Trump y
Martin Vizcarra accedieron al poder beneficiados por la fortuna y el azar.
Trump fue presidente gracias al Colegio Electoral estadounidense. A pesar que
su rival demócrata Hillary Clinton obtuvo más de 2,8 millones de votos que Trump,
la elección presidencial en Estados Unidos es mediante una votación indirecta.
La ciudadanía vota por los miembros del Colegio Electoral (delegados). A su
vez, estos miembros tienen la obligación de votar por el candidato que
ofertaron en su campaña respectiva. De acuerdo a la cantidad de habitantes de
un estado del país, se le asigna los delegados respectivos. Muchos estados
tienen como regla principal la asignación total de delgados al ganador. Por tal
motivo, Trump ganó en 30 estados y Clinton en solo 20. Una situación casi
similar sucedió con la presidencia de Martin Vizcarra. El actual presidente del
Perú accedió al poder mediante la renuncia del expresidente Pedro Pablo
Kuczynski. Al ser el primer vicepresidente del mandato de Kuczynski, Vizcarra
fue designado Presidente por el Congreso de la República.
La gran
diferencia entre estos dos presidentes es la interiorización del término virtù
en su forma de gobierno. Donald Trump tuvo logros considerables como la caída
histórica del desempleo a 3,5% en 2019. Pero esto no pudo ser consolidado por
los siguientes motivos: 1) Política nacionalista. La campaña electoral de Trump
se centró en China como principal enemigo del país norteamericano. Ganando las
elecciones, Trump reforzó esos lazos de enemistad con aplicación de aranceles a
las exportaciones chinas. En respuesta ante este hecho, el país asiático
respondió de la misma manera a las exportaciones estadounidenses. Aunque esta
guerra comercial está paralizada gracias a la presión mediática, las amenazas
de Trump siguen vigentes. 2) Desprestigio ante los avances científicos. Trump
accedió al poder beneficiado por el voto evangélico y de la extrema derecha.
Muchos de estos electores consideran a los avances científicos como una amenaza
a la profesión de su fe (Como la teoría de la evolución) o sencillamente creen
en teorías conspirativas sin fundamento. Esto generó en políticas
anticientíficas por parte de este presidente. Pruebas de ello son el retiro de
EEUU del Acuerdo de Paris contra el cambio climática, la salida de su país de
la Organización Mundial de la Salud y la minimización de los efectos
epidemiológicos del SARS-CoV-2. Esta última acción mencionada ha generado más
de 3 millones de contagiados y más de 130 mil muertos por la pandemia. También
ha generado una caída desorbitante de la economía del país, millones de
desempleados, aumento de la pobreza y una posible rebaja a la calificación
creditaria del país por Fitch Ratings. 3) Mal manejo del gobierno ante los
movimientos sociales. En mayo de este año, se realizaron protestas en las
ciudades del área metropolitana
de Minneapolis-Saint Paul, Minesota
por la muerte del ciudadano George Floyd en un claro caso de abuso policial. En
una rueda de prensa, Trump tuvo una respuesta tibia ya que no busco una
correcta pena de prisión al policía que asesino a Floyd ni trató de realizar
una reforma del sistema policial del país. Esto generó la indignación de miles
de ciudadanos, ocasionando protestas multitudinarias en casi todos los estados
del país, muchos de ellos fueron radicalizados en diversas acciones como
saqueos e incendios. Estas protestas ocasionaron un aumento en la tasa de
contagiados ya que en muchas situaciones no se respetaban el distanciamiento
social. Según cifras oficiales, se están registrando tasas mayores a 50 mil
contagiados por día.
La
situación es diferente en la capacidad de gestión de Martin Vizcarra. Cuando
accedió al poder solo contaba con una minoría de congresistas en el Parlamento
(que pertenecían al partido Peruanos Por el Kambio del expresidente Kuczynski).
Vizcarra se dio cuenta de las dificultades que tendría para gobernar debido a
la mayoría opositora en el Parlamento encabezados por los partidos Fuerza Popular
y APRA. También analizó el débil liderazgo del Presidente anterior y comprendió
el desprestigio de los congresistas por parte de la sociedad civil. Esto
conllevó a la conclusión que la única forma de obtener legitimidad es mediante
la acción pragmática de aceptación social. La única garantía para esta
aceptación es enfrentar al “enemigo del pueblo” y evitar todo confrontamiento
con la sociedad civil. Vizcarra realizó acciones políticas para enfrentarse al
Congreso de la República como el Referéndum sobre la reforma de la
constitución, la comisión Tuesta de la Reforma Política y la disolución del
Congreso. Todas estas acciones fueron aprobadas por la ciudadanía, con altos
índices de aprobación en las encuestas. Esta legitimidad ante la sociedad civil
es estratégica, ya que las deficiencias que pueda tener su gestión
(inestabilidad en el gabinete ministerial, ejecución anual de inversión pública
por debajo del 70%, casos de corrupción ligados indirectamente al Presidente de
la República, etc) sean ocultados o minimizados bajo apoyo ciudadano. Esto se
puede observar en el manejo de Vizcarra sobre el escándalo en las
contrataciones del cantante Rchard Cisneros por el Ministerio de Cultura. A los
días de ser transmitida esta noticia por un programa dominical, Vizcarra
publicó un Decreto Supremo sobre la reducción del 15% de los sueldos a altos
funcionarios del Estado por 2 meses. Una medida que fue bien recibida por la
ciudadanía. El manejo ante la epidemia por el Presidente peruano fue acertado
en el primer mes con la aplicación de la cuarentena obligatoria en el país,
llegando a tener índices de aprobación de más de 80% según IPSOS. Pero estas
estrategias económicas (Con el Programa “Reactiva Perú y entrega de bonos a
población vulnerable) y epidemiológicas no tuvieron una directriz establecida,
conllevando a acciones imprevisibles y contradictorias, como es la apertura de
los centros comerciales una semana antes de la finalización de la cuarentena.
Esto tuvo como consecuencias miles de contagiados y muertos por el SARS-CoV-2,
caída del PBI más del 40% y la pérdida
de más de 2 millones de empleos. A pesar del mal manejo ante la epidemia y las
constantes críticas de periodistas y expertos, Vizcarra mantiene una alta
aprobación de la sociedad civil. Esto se da porque canalizó los reclamos más
exorbitantes y analizó la posibilidad de enfrentar a un nuevo “enemigo del
pueblo” en reemplazo del Congreso disuelto, las clínicas privadas. Estas
instituciones realizaban cobros excesivos a pacientes que se atendían por el
SARS-CoV-2. Ante esto, Vizcarra amenazó a esas clínicas con aplicar el artículo
70 de la Constitución de la expropiación si no se llegaba a un acuerdo con el
Estado. Una vez más, esta acción fue respaldada y apoyada por la ciudadanía,
obligando a estas instituciones a llegar a un acuerdo de un pago de 50 mil
soles por toda la atención que requiera el paciente.
Donald
Trump y Martín Vizcarra son 2 casos de presidentes que accedieron al poder
gracias a la fortuna pero con dos pronósticos políticos muy diferentes. Trump
confundió la fortuna con virtù y no creyó conveniente analizar la situación y
poder adaptarse a ella. Se confió tanto en la legitimidad de la Cámara de
Representantes y del Senado estadounidense que no tuvo una relación más directa
con la ciudadanía. Con una economía paralizada y la situación epidemiológica
desorbitada, Trump perderá las elecciones con su rival demócrata Joe Biden. No
sucedió esto con Vizcarra, ya que comprendió que accedió al poder mediante el
azar y la fortuna. Analizó su situación
y entendió que no tendría representatividad en el Congreso de la
República. Esto le llevó a la conclusión que tendría legitimidad mediante el apoyo
de la sociedad civil, tratando de evitar o disminuir un futuro rechazo. A pesar
de las constantes críticas de periodistas, políticos, tecnócratas o expertos
sobre el mal manejo sobre la epidemia y la economía, no se ha generado un
desborde social como sucedió en EEUU u otros países de la región (salvo algunos
saqueos en algunas municipalidades del país). Mientras economistas discuten
sobre si el crecimiento de la economía sería en forma de “U” o “V”, Vizcarra
tiene encaminado para ser considerado uno de los mejores presidentes de nuestra
historia reciente (a pesar que las
pruebas demuestren lo contrario). Si se propone Vizcarra puede, en términos
Weberianos, rutinizar su carisma y formar un partido político sólido para las
elecciones del 2026.
BIBLIOGRAFÍA
- Arendt, H (1995) ¿Qué es la política? España. Ediciones Paidós.
- Botella,
J, Cañeque, C y Gonzalo, E. El pensamiento político en sus textos, de
Platón a Marx. España. Editorial TECNOS
- Hernando,
E (2000). Pensando peligrosamente. Perú. Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú
- Iturralde, I (2015) Maquiavelo. España. Editorial Bonalletra Alcompas, S.L. 2
- Maquiavelo, N (1988) El Príncipe. España. Editorial TECNOS
- Murillo, F (1963) Estudios de Sociología Política. España. Editorial TECNOS
No es seguro que gane Biden.
ResponderEliminarVizcarra va camino a perder popularidad.
Gracias por tu comentario. Muchos especialistas dudan que Biden va a ganar debido al progreso de las encuestas de Trump. Esto se debe mayormente a los movimientos de extrema derecha QAnon y el cambio de geopolítica para ganar a los estadounidenses en el extranjero. Pero este crecimiento es efímero y volátil; por ende, no es confiable (debido a su pésima gestión en todos los sentidos.
EliminarCon respecto a Vizcarra, tiene una pérdida de popularidad que se vio reflejada por la mala gestión contra la pandemia y el caso de Swing. Pero si analizas las encuestas, aun tiene un 40% de aprobación, lo que se interpreta como un apoyo de gran parte de la sociedad civil. Vizcarra no buscó apoyo de partidos políticos. Solo se enfocó en la popularidad ciudadana y hasta ahora lo esta logrando.
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