Todos usamos redes sociales diariamente sin reflexionar mucho sobre nuestra información que dejamos allí (gustos, rutinas, amigos, actividades, preferencias, etc.). Información que se almacena día a día de millones de usuarios que usamos: Facebook, Instagram, twitter, entre otras redes.
Esto es parte de nuestra cotidianeidad, es nuestro aliado en este mundo globalizado, por lo cual no deberíamos mostrar desconfianza a una actividad tan natural. Sin embargo, en los últimos años hemos podido ver la formación de un nuevo tipo de poder soft, que es tan sutil que no nos damos cuenta. El gigantesco banco de información que se llega a almacenar crea las posibilidades de dirigir las voluntades de las masas, más allá de inducir a que marca de ropa comprar o a que restaurante ir a comer, tiene la capacidad de direccionar intereses de asuntos públicos como dirigir votos a un partido político o al mismo candidato presidencial.
Aunque parezca una aseveración sobrevaluada la big data de las redes sociales, claramente tenemos como ejemplo el escándalo de hace unos años de la empresa Cambridge Analytica, en el cual se vinculó a Facebook y el éxito de Trump en las pasadas elecciones electorales de USA; a su vez, esta empresa fue la autora de la campaña opositora a Hilary Clinton.
La forma de dinámica de Cambridge Analytica era crear campañas en base a la información privada de millones de usuarios obtenida de diversas maneras (legal o ilegalmente) para poder crear un banco de perfiles, a los cuales les enviarían información que condicionaría su pensamiento según el entorno y dudas de la postura que tenga (agregando fake news). Inclusive creando campañas cuidadosamente estudiadas como parte de la estrategia de marketing para perjudicar a un candidato político y beneficiar al cliente.
Cambridge Analytica no solo se ha visto vinculada a este caso estadounidense, sino también a la campaña del Brexit en Inglaterra, países sudamericanos y de otras partes del mundo. Cuando se descubrieron estas actividades fue como cuando Richard Nixon tuvo que renunciar por el caso Watergate a la presidencia de estados unidos, algo inimaginable en relación a la violación de la información ajena.
Recientemente Facebook (junto a Instagram) se ha propuesto demostrar -por medio de un experimento- la influencia que tiene como red social ante las próximas elecciones presidenciales que se realizarán en noviembre. En la que la plataforma está ofreciendo dinero a los usuarios por desactivar sus cuentas de Facebook e Instagram temporalmente, pagando un máximo de 120$ a los usuarios. Esto debido también a la implicación que le hicieron a Facebook con las pasadas elecciones presidenciales.
Podemos ver que la influencia y poder de la información que se obtiene de las redes sociales cuando damos “aceptar” para poder participar en un test o juego de Facebook. Tiene un alcance mayor de lo imaginado dentro de nuestra vida cotidiana. Actualmente se está luchando por disposiciones que protejan de mejor manera nuestros datos que llegan a las diversas plataformas virtuales, ya sea de manera consciente o inconsciente y se proteja el uso que se pueda dar de ellas.
Fuente: Google |
Felicitaciones colega Alexandra ... en efecto la informacion a traves de la redes vienen influyendo notoriamente en la forma de pensar de la pñoblación, siendo orientadas a favorfecer a grupos de dominacion económica, política y social.
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