En toda
historia siempre existe un héroe y un villano, el bueno y el malo. En el relato
sobre la pasión de Jesús, todos reconocen que el principal villano, lejos de
los romanos o los sacerdotes, es Judas Iscariote, nombre que además de ser
asociado a la traición y por ende causa de la crucifixión de Jesús, ha sido motivo
de la representación estereotipada sobre los judíos, ya que gracias a Judas (cuyo
nombre se traduce como judío al provenir de Judea) se piensa en los judíos con
una personalidad ambiciosa y embustera; y bajo esta visión, Hitler se excuso
para perseguirlos durante la segunda guerra mundial; además de las ejecuciones hacia
los mismos, en los primeros años de la cristianización.
Pero además
de haber sido castigado por la iglesia actual no solo por la traición sino
también por cometer suicidio, condenándolo al último circulo del infierno junto
a Lucifer (infierno que recién aparece tras la obra de Alighieri), ha recibido el
desprecio de toda una religión y aunque, la historia sobre su muerte no está
clara en la biblia, porque en el evangelio de Mateo, se narra la versión más
conocida, contando que tras haber traicionado a su maestro, atormentado por la
culpa después de rechazar el pago por su beso, corrió sin rumbo y con una soga,
colgándose de un árbol, dio fin a su martirio. Sin embargo, es en Hechos que la
historia cambia, se cuenta, que, tras haber adquirido propiedades con el dinero
malhecho, un día caminando cayó de cabeza y su sangre derramó. Por lo cual,
considero que la interpretación sobre su muerte, basándonos en la biblia, no es
una buena fuente. Ya que, además, la figura de este hombre, en cada evangelio, adopta
una personalidad cada vez más malévola, como si fuera adrede presentarlo cada
vez peor.
Ahora bien,
recordemos que Jesús (de quien considero necesario mencionar que también era judío),
tenía una misión desde su concepción, la cuál era sacrificarse en bien de la
humanidad, y todos eran actores importantes en este plan. Desde el propio Jesús,
como figura religiosa y filosófica, seguido de Pedro, como el hombre a quien la
iglesia católica escogería como primer emisario de Dios en la tierra (aunque
también haya traicionado al primero negándolo tres veces tal como este lo
predijo) y finalmente tenemos, al que considero, el personaje clave para que el
«plan divino» salga bien. Porque sin la traición
de Iscariote, probablemente la historia que conocemos seria distinta, teniendo
en cuenta esto, preguntémonos, si Judas solo estaba cumpliendo su función, por
qué se le ha castigado y aborrecido, mientras que otros, como Pedro han sido
declarados santos y guías en el camino de la fe cristiana a pesar de que,
durante el juicio al Mesías, estuvieron ausentes.
Habiendo llegado
a este punto, veo necesario mencionar y tomar en cuenta los textos apócrifos,
no reconocidos por el cristianismo por considerarse heréticos, porque pueden
ofrecer un panorama diferente a lo conocido; este es el caso del evangelio de
Judas, un documento donde se desarrolla y explica desde una perspectiva más
profunda y filosófica la relación entre discípulo y maestro, donde se describe
a Jesús como un ente cuyo mensaje escapa a la comprensión de todos sus discípulos,
a excepción de Judas, quien comprendiendo cuál es el propósito de su amigo y
maestro, acepta lo que debe hacer. Este evangelio, de acuerdo a los estudiosos,
termina en el beso, y después de esa escena no hay más. Difiriendo así de los
cuatro evangelios canónicos.
Finalmente,
llegados a esta parte, creo que, para ser menos injustos con Judas, hay que separar
al hombre en dos partes, la parte humana, la cual ha sido frágilmente violentada
y acusada por más de dos mil años a pesar de haber muerto, porque finalmente solo
es eso, un ser humano con virtudes y debilidades, y más allá de esa visión no hay
más. Por otro lado, es a bien pensar en él, tal como lo hacemos con Jesús y
como advierte el título de este artículo, en un símbolo de devoción y amor - apartando
lo negativo que esto significa por haber cometido traición -, un amor que a
sabiendas de las consecuencias para ambas partes (Jesús y Judas), cumple con su
papel, y diferente al libre albedrío de Eva y Adán, él fue hecho apóstol para
que la misión de Jesús se cumpla y sin esta acción, quizás la fe y la historia
de toda una religión seria ajena a la versión de conocemos.
La muerte de Judas, dibujo hecho por Markanfain.
A través de la historia y de la religión se conoce a Judas como el que traicionó a Jesús. Sumado del mensaje transmitido de generación en generación, de cultura a cultura. Se puede analizar que hay puntos en esta historia que no han sido resueltos o simplemente la respuesta daría un giro al pensamiento formado por tantos siglos. Por ello, considero que la reflexión realizada por Darío es una puerta para iniciar en el debate y escribir una historia a través de la que fue plasmada.
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