Ad portas de finalizar el año también estamos finalizando el primer año académico virtual en Perú para todas sus regiones. A causa de la pandemia y las medidas tomadas por el estado para controlar el número de contagiados en el país, la educación tuvo que darse de manera virtual en todos los niveles educativos. Este ha sido un reto muy grande, debido a que las condiciones del sistema educativo ya eran precarias en diversos aspectos y al adoptar este nuevo formato se han visibilizado mayores falencias.
Centrándonos en Iquitos, podemos ver un ejemplo de cómo se ha ido desarrollando el año académico en el oriente peruano. Iquitos presenta problemas con respecto a la conectividad a internet debido a que no cuentan con un internet rápido, tampoco con internet de banda ancha. En su mayoría se usa internet satelital. Además, el acceso a este internet es en su mayoría en la zona urbana, ya que las zonas rurales es aún más difícil el acceso. Añadido a esto también hay problemas con el acceso a la luz en las zonas rurales, por lo cual varios lugares solo cuentan con luz dentro de un horario establecido o por horas. Estos problemas ya han estado presentes desde antes de la pandemia y no tienen relación alguna, sin embargo las dificultades que se presentaban tanto en la ciudad como en las diversas zonas rurales se han visto agravadas.
Para llevar a cabo el desarrollo de las clases en la zona urbana se han buscado diversas opciones para superar las limitaciones presentadas. Al no contar todos los alumnos con disponibilidad para conectarse a una misma hora a sus clases, se han divido en grupos según las posibilidades de conexión. Por parte de los profesores han optado por utilizar Zoom, Meet e inclusive dar clases por medio de Whatsaap. La última opción es la más viable, debido a las dificultades con el internet. Así, los profesores forman los grupos de Whatsaap con sus alumnos, según el curso y por este medio podrán dejar sus clases a través de audios y también pueden hacer participativa la clase por parte de los alumnos, pidiendo que envíen audios con sus respuestas o inclusive llevar a cabo exposiciones.
En cuanto a las zonas rurales, la dificultad que se ha presentado este año escolar ha sido mucho mayor. A parte del problema de conexión a internet y la disponibilidad de luz en todas las horas del día, se le añade el hecho de que no tienen dispositivos para poder participar en sus clases. Solo las familias que tienen acceso a un televisor, radio o smartphone han podido hacer que sus hijos participen de este año académico precario. Para que puedan entender mejor el material de clases, los padres deben intentar ayudar a sus hijos las horas de clase, sin embargo muchos padres están trabajando y no cuentan con el tiempo necesario, debido a sus trabajos, para poder cumplir con el rol de enseñarles sus clases también. Así que el hecho de que los alumnos hayan entendido la clase y el material de clase es dudoso.
Para las familias que no cuentan con dispositivos como estos para que de alguna forma puedan llegarles algún material de clases o acceder a programas del gobierno como “Aprendo en casa” el año escolar ha pasado simplemente sin cumplir con algún propósito y los estudiantes de las zonas vulnerables no han recibido alguna ayuda considerable por parte del gobierno para que puedan seguir con sus clases.
Se podría decir que este año académico no ha sido bueno, como era de suponerse ya que la educación en general no es buena para todo el país. Sin embargo ha llegado al nivel de que solo pase el año escolar y no se aprenda algo, estudiantes de zonas vulnerables sin recibir ayuda alguna, ni poder estudiar ven el año finalizar sin haber aprendido algo. Ahora queda esperar a ver cómo el plan académico del siguiente año se desarrolla para poder recuperar este año perdido.
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