El país pasa momentos
complicados, en materia económica, social, de salud y política. La legitimidad
de las autoridades a nivel local, regional, nacional e internacional se ve
afectada debido a una fuerte desafección política y la débil respuesta de los gobiernos
ante la pandemia.
Se ha visto en muchos lugares a organizaciones juveniles y de la sociedad civil fortalecerse para llegar y coadyuvar las necesidades básicas de la población vulnerable en estas circunstancias. Lejos del activismo político, se involucraron ejerciendo su ciudadanía en generar consciencia sanitaria, cultural, educativa, ambiental, política, económica, de resiliencia y empatía desde sus espacios de participación (presencial y virtual) con foros, talleres, conversatorios, proyectos sociales, voluntariados, etc. La gobernabilidad es tarea de todos porque implica al ciudadano, sociedad civil, el estado y las empresas privadas; nos equivocamos al decir que “atender las necesidades de la población peruana” es del estado y nada más del estado, si fuera así, cabe preguntarse: ¿Dónde quedo el rol del ciudadano, de la sociedad civil, las empresas privadas y los partidos políticos? Es suficiente de solamente críticas, se necesitan muchas ideas, acciones y actividades que sean parte del fortalecimiento de las competencias cívicas y soluciones a nivel técnico, académico y científico en todos los aspectos.
Estos meses como
ciudadanos tenemos una gran responsabilidad social y política, estamos ad
portas de las Elecciones generales 2021 que se desarrollará el 11 de abril. En
esta elegiremos a los congresistas,
parlamento andino y al presidente de la república del Perú, ¡suena bonito y muy
fácil!, pero en verdad es una decisión muy difícil, en el sentido de que nuestro
voto implica una decisión para 5 años (durante este lapso de tiempo, está el
futuro del país, de nuestras familias y vecinos). Por ello es muy importante
que la población esté informada e informe sobre los planes de gobierno y las
hojas de vida de los candidatos dentro de su entorno. Cabe resaltar que
informar no es dirigir las intenciones de voto a ciertos candidatos por
preferencias personales, cada persona tiene diferentes perspectivas de la
realidad de acuerdos a sus necesidades, pero si tenemos el deber de generar y
fortalecer el voto informado y consciente.
Los futuros gobernantes son los encargados de poner en marcha la educación, la salud, la reactivación económica, el empleo, la agricultura, la minería y otros sectores de producción que son muy importantes.
La democracia no se resume solamente en los procesos electorales, esta es una parte pero no es el todo. Implica la constante participación ciudadana y fiscalización en los diferentes espacios, más allá del vecino que ve su realidad y solo demanda, consiste en ser un ciudadano que se preocupa y quiere ser parte del proceso de solución de las demandas de su entorno.
Este artículo fue realizado por la estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Micaela Bastidas, Melenia Diaz Zuñiga
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