Renovación de la nada

 

En el extremadamente surtido menú electoral de las elecciones del bicentenario; al que llegamos sin haber cumplido ni una sola de las grandes metas trazadas en el ilusorio (para nuestra realidad sociopolítica) “plan bicentenario”, tenemos candidatos para todos los gustos colores y confesiones, alianzas que antaño llegaron amarradas y en firme compañerismo hoy lucen divididas por una pérdida de fe, tal vez en aquellos personajes cauidillezcos y casi de un totalitarismo partidario que en otros tiempos causaron expectativas y daban la seguridad de una victoria, veamos un Fuerza Popular del 2016 Keiko (la única e indiscutible líder) llegaba con un De Soto como parte de su equipo de plan de gobierno quien además mostraba todo su apoyo a la candidata, hoy quizá con una figura naranja desgastada, decidió ser él quien se presente como candidato, mientras tanto aunque no expresamente en la línea naranja (aunque condescendiente con ellos) un antes desconocido, irrelevante anónimo Rafael López Aliaga irrumpe en la escena con una re teñida bandera celeste antes amarilla , candidato por Renovación Popular, antes Solidaridad Nacional, empresario de trayectoria, exitoso emprendedor y tantas cosas que pueden hallar en su nutrida hoja de vida. ¿Qué pretende restaurar el candidato celeste? Es una pregunta por lo menos interesante; buscará una “renovación” real acaso, o tendrá idea de lo que es popular para el común denominador de los peruanos.


Aunque mucho se puede buscar sobre este candidato debemos poner especial atención no solo a su filiación política con un partido investigado por lavado de activos, contrataciones irregulares y favorecer a empresas en concesiones de servicios e infraestructura y nos referimos al propio Renovación Popular que es el mismo Solidaridad Nacional con distinto color, más allá de esto que ya hace dudar de su integridad como político y aún, más allá de su acérrimo apoyo y respaldo a nefastas personalidades de la política más decadente como Rosa Bartra, a quien en conferencia de prensa del entonces partido Solidaridad Nacional para las elecciones congresales 2020 calificó nada menos que de “la mejor congresista que ha habido en muchos años”, otra invitada: Vilcatoma, también recibió halagos del ahora candidato, aun cuando ambas abanderadas de interpelaciones, censuras, leyes como las de “promoción del empleo juvenil” (ley pulpín), defensoras de delincuentes como el ahora ex fiscal supremo Chávarri, enemigas del equipo especial Lavajato, amigas de los miembros de la del desaparecido Consejo Nacional De La Magistratura, etc., en entrevista replicada en Expreso el 1.02.2021 sin embargo, el candidato aseguró que había sido un error invitarlas pero no por su calidad como políticas ni por sus errores, ni pos sus aparentes delitos; sino solo por el anti voto que generaban a sí mismo y cito, manifestó que el principal elemento para invitar a personas a integrar el partido era que comulguen (interesante palabra) con lo siguiente La consigna ahora ha sido próvida, pro familia, privados, dirigentes evangélicos, católicos…” poco importa las aptitudes, la preparación, los antecedentes políticos de los integrantes siempre que se opongan a la “inmoral  y criminal” agenda que busca consigas como ley de identidad de género, enfoque de género en la educación, ampliación de la legalidad del aborto, etc., son entonces buenos cuadros políticos.


Más allá de todo esto, debemos fijarnos en cómo es él como político y su visión del gobierno. En entrevista con El Comercio del 02.02.2021 se define a sí mismo como un emprendedor que NO es político, y es verdad , tenemos una aversión por la política y por los políticos en sí mismos como si esta actividad fuera sucia, corrupta inequívocamente; sin embargo el hecho que un personaje sea en conocimientos técnicos, un experto, lo que ejerciendo una función de poder lo volvería un tecnócrata, un término muy usado y promovido por las alas conservadoras de la propia política; no es sinónimo de una gestión eficiente, limpia y trasparente, se pretende hacer ver que un tecnócrata siendo un experto y no siendo político no está contaminado por la actividad política, por ende tampoco por la corrupción que se desprende de esta; sin embargo, y esto es universal, es imposible que un gobierno se maneje con temas puramente técnicos, pues los factores ideológicos, culturales, morales y sociales son los elementos fundamentales para que las políticas públicas y los planteamientos técnicos puedan ser aplicables, López Aliaga que se presenta a sí mismo más como un tecnócrata, cae fácilmente en el vicio de no tener el tacto político necesario para buscar las alianzas y consensos sin los cuales gobernar se vuelve imposible, ya que, el no ser político o al menos un buen político solo puede llevar a dos probables escenarios: la completa sumisión a las mayorías parlamentarias y grupos de poder o la búsqueda de la imposición de los propios juicios y agendas (como en congreso 2016) ambas llevan al mismo resultado el desgobierno, cabe decir, por más correctamente técnico y científico que sea una política pública, esta jamás tendrá éxito sin una actividad política que la legitime, le dé aceptación, la comunique y la ponga en funciones. Sin embargo, cómo decir que López Aliaga es tecnócrata y no político realmente si se basa en temas morales e ideológicos para invitar a sus cuadros políticos, cómo decir que es un tecnócrata si realmente pretende en el escenario político legitimar los ideales morales y hasta confesionales del sector al cual representa, es decir está aceptando de manera implícita la universal que todos los temas sociales, morales, éticos, normativos, etc., solo pueden ser legitimados en el terreno político.


Que con un candidato que además comulga con los grupos de poder económico que a todas luces manejan la economía del país y que tienen un amplio historial de comprar políticos, de negociar bajo la mesa concesiones y obras públicas, de usar al poder político para tener beneficios tributarios en forma de exoneraciones, cómo creer que un candidato abanderado de sus filas sea “limpio y transparente” cuando viene del mismo conglomerado que ha participado largamente en la cadena de corrupción como el caso del club de la construcción que en ningún momento tuvo contundentes críticas o condenas del sector empresarial, cómo creer que un candidato abanderado de este conglomerado tenga verdadera consciencia social viniendo de las filas de los mismos que cometen abusos laborales, malas prácticas ambientales o que someten a trabajadores a condiciones injustas; ejemplos sobran en las distintas protestas mineras y las más recientes contra el régimen especial de fomento de la agroindustria. En un país con un estado deficiente y poco presente donde sé que es además, débil, sin ojos para vigilar ni manos para castigar, por qué confiar en un candidato que en lugar de fortalecer el estado plantea reducirlo aún más Sueño con un Perú con un Estado pequeño pero eficaz y eficiente, con pocas instituciones públicas y ministerios, solo las estrictamente necesarias” este fragmento de la entrevista con El Comercio expresa mejor esos “nobles ideales” de la derecha más rancia, es cierto que hay demasiados programas sociales que duplican funciones, es cierto que hay exceso de burocracia en el sector público pero el fortalecimiento del estado no puede pasar por eliminar ministerios, pues esto solo desemboca en dos resultados: la sobrecarga de funciones en los restantes o la eliminación de funciones estatales para ser entregadas al sector privado, que es la práctica hacia la cual se orienta el programa del candidato, cómo reducir las instituciones públicas, si estas son el nexo que existe entre la población y el gobierno , cómo plantear como alternativa encomendar funciones al sector privado con un estado pequeño que deja actuar de manera libre a la empresa, crearía un escenario donde la población consumiría servicios de empresas que sin vigilancia, sin frenos, podrían, como ya lo hacen ahora aunque con mas libertad disponer de precios, frecuencias, calidad y todos los aspectos del servicio que ofrecen, sumemos esto al punto de su plan de gobierno de igualar los regímenes tributarios reduciéndolos solo a uno, aunque el plan de gobierno no especifica porcentajes ni tasas; es acaso económicamente sabio que por ejemplo, una gran empresa tenga la misma carga tributaria que una pequeña empresa, es decir, es real que las PYMES pagarían menos impuestos lo cual fomentaría el emprendimiento pero, en comparación las grandes empresas pagarían mucho menos que lo que pagan ahora, es verdad que el plan de gobierno contempla la eliminación de exoneraciones tributarias pero estas serían en la práctica innecesarias con la súper reducción de la carga tributaria comparativa, sumemos esto a otro punto del programa de gobierno, la reducción del IGV , cuando esta reducción representa sola según informe N025-PCM-2019 el 47.56% de la recaudación total de fondos públicos, es decir; reducir la principal base de recaudación pública solo puede ser sostenible si se incrementa substancialmente el número de empresas que participen formalmente en la economía además el substancial aumento de la inversiones extrajeras lo cual demandaría la reactivación de todos los proyectos inclusive de aquellos que representan claras amenazas de conflictos sociales y que difícilmente sean aprobados salvo por imposición. Es difícil avisorar, además, una real mejoría cuando, como solución a los problemas más visibles, deficiencia científica, técnica, educativa, industrial, etc. Se da la misma solución simplista, dejar que el sector privado se encargue.


Para finalizar una de las cosas más inquietantes es que la filiación religiosa del candidato miembro de Opus Dei, el ala más conservadora de la iglesia católica en la cual uno de sus principales fundamentos es la santificación del trabajo, en otras palabras la labor del hombre no puede ser contraria a la labor de Dios, este principio moral expresado por el candidato más de una vez hace que un principio básico de la constitución que, incluso sus defensores parecen ignorar, sea violentado y es el carácter laico del estado, es decir, en un estado, las decisiones y políticas no pueden estar determinadas por motivos de moral religiosa, es inquietante que un candidato como Aliaga tenga aceptación resonando los comentarios y posturas más ultraconservadoras que son determinadas por su credo, de llegar a poder es imposible que sus decisiones sean independientes de esos principios, atrás quedarían las luchas por la legalidad del aborto en casos de violación dados sus comentarios que las niñas violadas, las pone en un hotel 5 estrellas a esperar que se dé el nacimiento, sería inútil pensar que vería los fundamentos psicológicos, médicos, sociales y culturales que fundamentan la necesidad de dicha ley, pues basta que se oponga a la agenda próvida para ser desechada, atrás quedarían las definiciones sociológicas, antropológicas, funcionales, y en fin científicas de la familia, dado que la familia para esta agenda está determinada por la moral y el modelo católico, cristiano por ende, nulos quedarían los necesarios y fundamentales debates sobre identidad de género, sobre el enfoque de género en la educación, que es crucial para reducir los índices de violencia, marginación y discriminación a la comunidad LGTBIQ a la cual se pretende seguir invisibilizando como si fuera mejor no notar su existencia propagando discursos donde son presentados como gente enferma, aberrante o simplemente demente, tener fundamentalistas en el poder, los mismos que creen que la homosexualidad y otras orientaciones sexuales son curables, los mismos que creen que hablar de sexo a los niños y jóvenes es incentivarlos, como si no fuéramos ya el país con una de las edades de iniciación sexual más temprana (promedio de 12 a 13 años) que creen que la anticoncepción es: no debe ser política pública y reniegan e incluso, se tumban leyes y normativas como la de brindar gratuitamente el anticonceptivo oral de emergencia, que reniegan de la repartición gratuita de anticonceptivos en los centros médicos, que se escandalizan que las y los adolescentes puedan sin acompañamiento adulto pedir orientación sexual y reproductiva en los centros médicos, esos sectores que se dicen solidarios, morales y éticos pero que promueven y celebran la discriminación de quienes no comulgan con su específica moral.


En consecuencia ultraconservador en lo económico, aun cuando la propia política económica no ha cambiado en las últimas décadas, ultraconservador en lo social, sin tacto político, expresamente pro empresa, con poco o nulo interés en políticas sociales y representante de esa falacia mayúscula que si sabe manejar bien una empresa sabrá manejar bien un país, no olvidemos que dos de los periodos donde no ha habido políticos en los puestos claves, hemos tenido situaciones de desgobierno el Humalismo del 2011 y el convulso periodo de los 4 presidentes que aún seguimos viviendo. En conclusión López Aliaga no da muestras de querer una renovación de nada, salvo renovar el firme compromiso con los sectores empresariales todopoderosos de construir un estado lo suficientemente eficiente para que puedan trabajar con normalidad y lo suficientemente pequeño para escapar de la odiosas regulaciones y demandas sociales  canalizadas y resultas mediante el aparato estatal, además de renovar el compromiso con los sectores más conservadores de la población que siguen siendo sectores muy amplios de los cuales es extremadamente fácil obtener su voto apelando únicamente a la moral imperante.



Caricatura sobre Rafael López Aliaga


Este poema fue realizado por el sociólogo Johnny Josep Yllescas Benites

Johnny Josep Yllescas Benites


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