El día de ayer, lunes 04 de Octubre, tres de las más grandes y conocidas redes sociales: Facebook, WhatsApp e Instagram sufrieron una caída abrupta y general en sus servicios. Miles de usuarios en diferentes partes del mundo reportaron fallas en estas aplicaciones, las cuales les impidieron hacer uso de las mismas por un tiempo aproximado de 6 horas. Ante esta situación Facebook Inc., dueño corporativo de las redes en cuestión, no tuvo más opción que comunicarse a través de Twitter para disculparse por los problemas ocasionados a sus millones de usuarios.
Por supuesto, los cibernautas no tuvieron mayor reparo en utilizar otras redes sociales, especialmente Twitter, como alternativa ante las circunstancias. Es en este panorama en donde resurge la idea (la cual también fue motivo de debate) de la adicción al celular pero esta vez enfocada hacia el tema de las redes sociales. Esto se debe a que se detectó un malestar generalizado en un sector importante de los usuarios al no poder acceder a sus principales redes sociales. Consecuentemente, algunos medios de comunicación hablaron de adicción e incluso de nomofobia, un término reciente que se va haciendo cada vez más frecuente en la cultura popular. Sin embargo, más allá de hacer referencia a la caída de las redes sociales, no brindaron más que una definición superficial. A manera de reflexión, la finalidad principal de este artículo es profundizar sobre el término en cuestión, desde su correcto uso hasta su relevancia en tiempos donde predomina una gran dependencia del hombre hacia los teléfonos móviles, producto de factores tan diversos como la aplicación de la tecnología misma en la vida cotidiana.
La Nomofobia
La nomofobia comúnmente es descrita como el miedo irracional que siente un individuo cuando por alguna razón o circunstancia no puede interactuar con su celular. Estas personas experimentan fuertes episodios de ansiedad especialmente ante las siguientes circunstancias: pérdida de celular, batería agotada y falta de señal. El término fue utilizado por vez primera en 2008 durante un estudio llevado a cabo por el gobierno británico para investigar el tipo de ansiedad que podrían llegar a sufrir los usuarios de celulares. Su etimología proviene de los vocablos anglos "no mobile-phone phobia", el cual hace referencia al miedo de no poder disponer de un celular (Aradas, 2012).
Relevancia y dependencia social
En cuanto a la relevancia científica del término, se ha podido confirmar que desde el año 2015 se han incrementado exponencialmente la cantidad de investigaciones relacionadas a la adicción tecnológica, especialmente ligadas a la nomofobia. Esto se debe a que en el 2012 el gobierno británico lanzó un segundo estudio sobre el tema en cuestión, arrojando resultados preocupantes. En términos generales las características nomofóbicas de los usuarios se habían extendido en un 66% en comparación a los resultados del primer estudio. Naturalmente en escala de edades, los adolescentes y los jóvenes adultos representaban un 67% de los individuos que padecen de nomofobia mientras que en términos de género las mujeres resultaron ser mucho más susceptibles que los hombres con una diferencia de 13% entre ambos. Incluso en el Perú se han realizado ya múltiples estudios sobre la adicción a las redes sociales y los celulares y cómo estos influyen en el comportamiento y salud de la población objetivo de dichos estudios. Uno de los mencionados estudios, titulado "Indicadores de adicción a las redes sociales en universitarios de Lima" sostiene que aunque en el Perú aún no se puede hablar de problemas de adicción, se han generalizado comportamientos que revelan un uso excesivo de las redes sociales y que esta situación conllevaría a la modificación de comportamientos y actitudes que si bien no pueden traducirse como adicción, significan el surgimiento de hábitos que podrían conllevar a una futura adicción. Estos comportamientos van desde el déficit nutricional hasta la alteración del horario de sueño. En algunos casos, se ha observado la aparición del síndrome del túnel carpiano, un entumecimiento o dolor agudo provocado por una presión excesiva en un nervio de la muñeca, lo cual altera la sensibilidad y dificulta el movimiento en dicho zona.
En conclusión, aunque las redes sociales y el internet hayan demostrado ser una de las herramientas tecnológicas más útiles y prácticas de nuestros tiempos, debemos reflexionar sobre el uso y la cantidad de tiempo que le dedicamos. Su uso excesivo puede perturbar algunas de las actividades cotidianas más importantes y afectar, por ende, nuestra vida laboral, personal y familiar. La próxima vez que sientas que pasas mucho tiempo en el celular debes preguntarte a ti mismo: ¿Qué otras actividades de ocio tengo a mi disposición?, ¿puedo entablar una conversación por más de 10 minutos con alguien sin revisar mi celular?". No debemos olvidar que todo cambio importante parte de la autoconciencia y nuestra capacidad para reflexionar sobre lo que hacemos, lo que queremos y lo que debemos hacer.
Referencias bibliográficas
Aradas, Anahí. (17 de febrero de 20212). Usted podría ser nomofóbico. BBC Mundo Tecnología. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/02/120217_tecnologia_nomofobia_aa
Araujo Robles, Elizabeth Dany. (2016). Indicadores de adicción a las redes sociales en universitarios de Lima. Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria, 10(2), 48-58. https://dx.doi.org/10.19083/ridu.10.494
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