Tenía cuatro años cuando me levantaba y veía a mi abuelo, (Ancashino de nacimiento y corazón) escuchando a las 5 a.m el programa "La Cajita Musical" en el canal 7, primer programa que emitía en la televisión nacional nuestros Huaynos, Mulizas y Pasacalle, una novedad para nuestro país centralizado. Es ahí donde con una taza de café caliente (que en realidad no era café), conocí a la Pastorita Huaracina y mientras le cantaba a nuestra cordillera, a su querido Huaraz y al Perú, sus letras encandilaban el sentimiento de reinvindicacion del Huayno y del provinciano.
María Dictenia Alvarado Trujillo, nació el 19 de Diciembre en 1930 en la provincia de Malvas, provincia a la que rendiría honor con el Huayno "Malvacina", durante su prolifica carrera, se dedicó a cantar generos como el Huayno, pasacalles y el Huaylas; así mismo a parte de ser cantautora, fue promotora cultural, directora y conductora de programas radiales regionales como "Canta el Perú profundo" en la Radio Nacional.
Es casi imposible escuchar los huaynos interpretados o de su autoría sin figurarnos al departamento de Ancash; le canto al río Santa, al Callejón de Huaylas, a la mujer Andina, Al provinciano, poniéndolos en el mapa, así como al amor con su inolvidable composición "Quisiera quererte" y ¿Cómo no?, Al Perú interpretando la composición de Claudio Espinoza Benítez: "En el cielo las estrellas" en donde a todo pulmón salía de sus labios:
En el cielo las estrellas
En la tierra las espinas
Dentro de mi corazón la republica peruana
Para ahí ahora que viva la música serrana dale ahí ahora
Echa romerito pero dale con ganas
Ahí
Argentina con su tango México con su apango
Los verdaderos peruanos con sus mulizas y huaynos
Adelantes provincianos para cantar nuestros huaynos
Hacer frente a la guaracha a los pongos y boleros...
Hasta las tierras que yo piso lloran por mi
Un muchacho huaracino con mas razón
Ahí saludo enrique
Ahí ahí
Goza ah
Hasta las tierras que yo piso lloran por mi
Un muchacho huaracino con más razón.
Dejó su talento en muchos escenarios tanto nacionales como internacionales, siendo una de sus presentaciones más importantes en El Festival de la amistad de Corea del Norte, dejando en alto a su patria fiel a su estilo, por supuesto; recibiendo así la orden del sol y la orden de merito a la mujer.
Tuvieron que pasar años para que me diera cuenta que a parte de ser una artista irremplazable, María sería una verdadera revolucionaria, con ideas adelantadas para su época, no perdía la oportunidad para recalcar lo importante que era la equidad de género, tanto en la división equitativa del trabajo como en la de igualdad de derechos, una feminista firme, justa y consecuente.
Ejercía la política haciendo honor a la frase "Lo personal, es político" defendiendo la importancia de nuestro bagaje cultural, enalteciendo la historia andina y reinvindicando nuestro Quechua, así como visibilizando en cada oportunidad las problemáticas presentes en el interior de nuestro país, solicitando y proponiendo la justa intervención gubernamental. A razón de su notable trayectoria fue de las primeras mujeres intérpretes del Huayno en presentarse en el Teatro Nacional, derribando prejuicios, siempre elegante, siempre firme a sus principios, quedando grabada para siempre en la historia del arte peruano y en el imaginario de muchos, a pesar de que en la época el género era visto por en cima del hombro en donde aquellas presentaciones se reducían a espacios como el coliseo nacional, ya inexistente, pero vendría a quedarse para siempre y para cambiar el escenario artístico y la percepción de nuestros géneros más importantes del Perú.
María falleció el 24 de Mayo del 2001, sus restos fueron cremados y fluyen en el Río Santa, aquel Río caudaloso al que alguna vez le canto.
Rio Santa rió Santa
Caudaloso.
Quiero que lleves
Todas mis penas al olvido.
Todos me dicen
Todos me cuentan
Que eres santa.
De que me vale
De me sirve
Que eres santa
Si tus corrientes
Son traicioneras
Río Santa. (bis)
Todos me dicen
Todos me cuentan
Que eres santa.
De que me vale
De me sirve
Que eres santa
Si tus corrientes
Son traicioneras
Río Santa.
A mi abuelo Pedro Vallejos Gambini.
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